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Trabajo de Sombra (Parte 1)

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Hemos visto en el anterior post (La Sombra: qué es y por qué existe), todo lo introductorio en relación al tema de la Sombra. Por tanto, si llegaste a este texto sin leer el anterior, mi recomendación es que leas necesariamente el primero, antes de sumergirte en éste (su continuación).

Recapitulemos brevemente. La Sombra es el conjunto de aquellos aspectos, atributos, miedos, traumas y heridas que rechazamos y que habitan en el inconsciente (individual-colectivo). Constituyen todo aquello con lo que no queremos identificarnos, porque confronta nuestra auto-imagen y la imagen social que actuamos en el exterior.

Se ve enormemente influenciada por los programas morales-sociales-religiosos de cada época, y por las experiencias grabadas como potencialmente peligrosas en nuestro clan familiar (p.ej: “tener dinero supone conflictos en mi clan” o “la sexualidad es impura y debe reprimirse”).

Todo lo rechazado y ocultado bajo la alfombra de nuestro inconsciente, por des-vincularlo de “nosotros mismos”, acaba adquiriendo una entidad energética independiente. Tal es esa autonomía energética que La Sombra constituye un arquetipo principal del inconsciente colectivo, bautizada así por el gran C.G. Jung.

Dado que la Sombra y la Luz son dos partes de nosotros, y que estamos experimentándonos en un mundo dual, cuando sólo nos quedamos polarizados identificándonos con los aspectos de la parte luminosa, se produce un desequilibrio enorme. El Universo es equilibrio en estado puro, de manera que tratará de regular este desequilibrio de nuestra inclinación a una sola de las partes.

Y ese necesario equilibrio se puede producir a través de nuestro Trabajo de Sombra.

¿Qué es el Trabajo de Sombra?

Es el trabajo de autoconocimiento que supone bucear en nuestro interior y re-descubrir / volver a conectar con las partes escondidas de nosotros, con aquellos aspectos que -por varias razones- hemos rechazado o tratado de olvidar, y con los miedos más profundos que dominan nuestra psique.

Supone atravesar y conocer profundamente las partes incómodas de nosotros, revisar y comprender nuestras heridas, sanarlas y hacer el trabajo de aceptar los aspectos que tengamos en la sombra. El conocimiento y la consiguiente comprensión de todos los recovecos e historias escondidas de nuestro árbol familiar y de nosotros mismos, suponen la antesala de la aceptación de todo ello. Y dicha aceptación supone una transformación en sí misma.

De manera que también se ha denominado a este trabajo, en su primera y principal parte: El encuentro con la (tu) Sombra).

Partimos de que todos tenemos Sombra, porque la Sombra, aunque se trabaje desde nuestros niveles individuales, es siempre colectiva (ya que, como siempre insistimos, todo es uno, y ese uno está representado en el universo por el campo unificado, descubierto por la Física Cuántica).

Así pues, y actualizando la información, la única forma de que cambie o se intervenga la realidad externa es mediante la transformación interior (pues es en el interior donde reside la fuente creadora, y el exterior supone el escenario físico de manifestación).

Tengamos esto claro, pues nos daremos cuenta de que: trabajando con la sombra nuestra, la sombra del mundo se ve transformada. Recordemos el famoso proverbio, pero aún en proceso de ser entendido: “Cuando tú cambias, todo cambia”. Sana tu mundo emocional oculto, y el mundo será sanado.

Posicionados desde estas premisas fundamentales, entenderemos el trabajo interior de sombra como un trabajo de autoconocimiento profundo completamente necesario, que debe ser responsabilidad personal de cada individuo. Es la clave fundamental para el encuentro interior, pues recordemos la contundente explicación de Jung: “Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad”.

Ahora sí, vamos a comenzar a ver en concreto El Trabajo de Sombra, con sus distintos apartados:

¿Cuáles son los aspectos generales que rechazamos?

Son el odio, asco, egoísmo, avaricia, codicia, mentira, engaño, manipulación, instintos sexuales, envidia, resentimiento, ansia de poder/dominación, celos, holgazanería, indolencia, presuntuosidad, cursilería, miedo, vulnerabilidad, cobardía, negligencia, indiferencia, violencia...

Recordemos, en este punto, que son los aspectos, atributos, miedos y traumas rechazados por nuestra personalidad, pero ACLARAR que NO SOMOS la PERSONALIDAD, sino que ésta es una herramienta a través de la cual se desdobla y expresa el Ser Real que somos [persona, etimolog en griego antiguo: “máscara por la que sale la voz de los actores].

Todo lo oculto y rechazado en nuestra sombra lo está por varias razones, de manera que dejar ir la culpa es la clave fundamental, ya que por razones de una mejor convivencia en nuestro entorno familiar-social, por supervivencia, por miedo, por traumas bloqueados o no sanados, etc, hemos escondido con llave todo esto dentro de nosotros. Y la llave es la voluntad de querer comprender y aceptar esta otra parte, íntrinseca por igual de nosotros mismos.

Citemos aquí a José Vaso, que aclara y actualiza brillante esta información:

De modo que, por el momento, nos acercaremos mucho más a la certeza de nuestra posición denominándonos, directamente, como “mayoritariamente seres de oscuridad”, teniendo en cuenta que el camino hacia la verdadera iluminación, es el camino que se construye sacando parcelas de esa oscuridad y aireándolas; poniéndolas en la ventana soleada de la percepción, e integrándolas en nosotros con toda la carga de sus negaciones ancestrales.

Desde esta diferenciación -consciente/inconsciente-, podemos establecer, además, que el “Ser Real”, está conformado sobre todo por ese 95% [de inconsciente, pues 5% constituye nuestra parte consciente] a la vez que se encuentra incluido en ese porcentaje, habitando por lo tanto en nuestra parte más desconocida, y el que creímos real, el consciente, es ilusorio”.

[Libro I, Descodificación Cuántica, Introducción y Transgeneracional, pág. 44].

Manifestaciones de la Sombra:

Lo primero que hay que hacer para trabajar con nuestra Sombra es conocerla en profundidad, y para ello, ver cómo se manifiesta a través de muchos cauces en la cotidianidad de nuestra vida:

[Nota: tener en cuenta que cada una de estas manifestaciones es una herramienta de expresión de información de nuestro inconsciente, por lo que se puede profundizar de muchas maneras y caminos en este trabajo con la sombra].

1.Mundo de los Sueños

En el mundo onírico, nuestro mundo emocional está expresado de forma más cercana y certera, ya que, en realidad, el tiempo “no existe” o se “distorsiona de forma más plástica”, por lo que nos permite ver lo que ocurre en nuestra psique/inconsciente de forma mucho más clara y directa.

Además, el mundo de los sueños se expresa a través del lenguaje simbólico, que ya sabemos que es el lenguaje del inconsciente.

Es fiel reflejo de nuestros conflictos interiores, aquellos lastres “pasados” que siguen coexistiendo en nosotros a tiempo real en nuestro inconsciente, y todo es emocionalidad pura.

Podemos utilizar la herramienta del trabajo con los sueños para descubrir aspectos bloqueados en nuestro inconsciente, conflictos internos que mantenemos sin resolver, inquietudes y expresión emocional en estado puro (por ejemplo, cómo se expresa el estrés o la ansiedad que sentimos acerca de cierta persona o asunto, o el anhelo de volver a nuestro hogar, o de cambiar de país o trabajo, o de abrazar a ese ser querido, etc.).

Como el Trabajo de Sueños es un cantar en sí mismo, con su autonomía propia y su extensa complejidad, profundizaremos en ello en otros post, ya que supone un tema aparte en toda regla.

Baste por ahora convertirnos en el observador de nuestros sueños, de los conflictos interior y expresiones emocionales que en ellos se reflejan, como primer paso antes de querer entenderlos o transformar algo desde ahí.

Llevar un diario de sueños puede servir como un ejercicio muy poderoso para ir registrando los mensajes que, cada noche, nos enviamos a nosotros mismos desde la parte inconsciente, para expresar “en ese mundo” lo que muchas veces no encuentra su expresión “en este (mundo físico)”. Tan sólo con la expresión de las emociones en este mundo onírico-emocional, muchas tensiones y conflictividades quedan desinfladas y transformadas.

2.Ataques de agresividad

“Dentro de esta concepción energética de la psique [se refiere a la sombra en sí misma], la sombra disociada de la consciencia puede invadirla inesperadamente, llevando al sujeto a comportamientos de violencia inusitada, ansiedad descontrolada u otros tipos de actuaciones no habituales”, dice la Dra. Rebeca Retamales Rojas.

Como “lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”, cuando negamos en nosotros aspectos como la agresividad o violencia, el asco, la sexualidad o cualquiera de nuestros impulsos e instintos más primitivos, es cuando menos podemos controlarlos y encauzarlos de forma equilibrada y sana. Es entonces cuando “cuanto más santos y buenos pretendamos ser, en lugar de seres humanos conscientes y enteros, más sombra será generada, y más peligrosos nos volveremos, porque habremos rechazado aquello que precisamente queremos evitar”.

Esto no significa que debamos volvernos agresivos, violentos, iracundos o descontrolados en los aspectos que conforman nuestra vida, sino reconocer y aceptar en nosotros que están ahí, que no siempre actuaremos de la misma manera y que, además, el hecho de reconocerlas en nosotros nos permite elegir en consciencia realmente qué y cómo hacer las cosas. Tomar consciencia de la parte más oscura y más luminosa de nosotros mismos, como dos caras de un mismo todo, de la misma moneda de la experiencia humana.

Ya podemos entender entonces que alguna vez habremos mentido o mentiremos, por nuestra supervivencia en un momento concreto, por alguna herida o miedo o por otra razón similar. Y a base de tomar consciencia de que “a veces hemos mentido” o que “puedo potencialmente mentir”, elijo en consciencia hacerlo o no hacerlo. Además, puede que no mintamos hacia afuera, es decir, a los demás, pero que constantemente nos engañemos a nosotros mismos en alguna faceta de nuestra vida (p.ej: me engaño creyendo que vivo la vida que me tocó vivir, y que no puedo hacer nada respecto a ello, en lugar de reconocer que soy creador de mi vida y de que puedo responsabilizarme de ella, pero que tengo miedo y no sé cómo hacerlo; o me engaño diciéndome que me encanta mi trabajo cuando en realidad lo detesto, etc).

Mencionar también que esta agresividad o sombra generada descontrolada, puede salir a borbotones en un arranque de auto-agresividad o auto-sabotaje intenso, quiero hacernos daño de múltiples maneras (saliendo de las relaciones y grupos en los que nos sentimos amados, cagándola en el trabajo en el que estamos agusto, rompernos alguna parte del cuerpo...). Todo esto que parece extremo, sorprendería si tomásemos consciencia de que ocurre cada día miles de personas; y que puede ser evitado a esos niveles si encauzamos y vamos trabajando con la sombra, de forma profunda y sostenida en el tiempo.

3.Pérdidas súbitas de memoria o lapsus temporalis

Igual ocurriría aquí, en las pérdidas de memoria, pues...si entierro en mi inconsciente heridas o traumas del pasado muy dolorosos, quizás no los recuerde porque los bloqueo inconscientemente para protegerme del dolor.

Lo mismo con aquellos atributos o aspectos que rechazo en mi personalidad, porque colisionan con mi auto-imagen o imagen social, “y es para mí del todo inaceptable reconocer que yo también miento o que se me pasó alguna vez por la cabeza herir realmente a alguien”.

Aclaremos que hay que tener paciencia y comprensión con nosotros mismos. Bloqueamos inconscientemente recuerdos e información porque, de forma amorosa, estamos utilizando este recurso “de olvidar” para protegernos. No sabemos a veces afrontar situaciones dolorosas de nuestra vida, y no pasa nada por ello. Entre otras cosas, porque nos hemos desconectado durante siglos de nosotros mismos y no aprendemos en nuestra sociedad a gestionar nuestros problemas y emociones de formas saludables y efectivas. Hemos crecido con la creencia cultural de que “hay que ser fuertes sin ser vulnerables”, y protegerse con una coraza que impida mostrar nuestras oscuridades, miedos y tristezas.

No pasa nada por esto. Recordemos con cariño que nos hemos estado protegiendo así, y que ya no necesitamos más retener bloqueados estos recuerdos o miedos del pasado, sino que podemos acogerlos y sacarlos a la contemplación de la consciencia y entenderlos, cambiar conscientemente la información asociada a cada uno de ellos. Y así sanar, y comprender-nos profundamente a nosotros mismos y a los demás.

4.Acciones “fallidas”

Me gusta mucho el ejemplo clásico de que: “Si no quieres ir a la quedada o compromiso con tal persona, y por razones varias decides ir, tú inconscientemente provocas la situación en la que te tuerces el tobillo, para no ir, cumpliendo así con tu voluntad real”.

Ya sabemos que el Universo se rige por causa y efecto, de forma que todo es causalidad (al contrario de por el “azar”, al cual -irresponsables- lanzábamos las pelotas fuera de todo lo que nos daba rabia o no queríamos ocuparnos de), por lo que nuestras acciones “fallidas” o incluso accidentes también tienen su causa, en este caso, inconsciente.

5.Proyecciones en los otros

La clásica y principal manifestación de nuestra sombra rechazada: “Todo lo que te molesta del otro es tuyo, y sólo tuyo”. Mira en ti lo que rechazas en el otro, pues si te molesta, es porque está en ti.

¿Qué hacemos cuando no queremos asumir que podemos estar siendo un fraude en algún ámbito de nuestras vidas, o unos mentirosos, o unos cobardes o irresponsables? Proyectarlo. Porque mientras me distraiga quejándome de “lo impresentablemente fraudulentos, mentirosos, cobardes o irresponsables que son los demás (los políticos, p.ej), menos me centro en qué ámbitos puedo trabajar eso en mí.

Observar lo que nos molesta o remueve del otro en nuestro interior es el ejercicio real de toma de consciencia y aceptación en nosotros, desde donde se ejerce la transformación real y el cambio que se acaba reflejando en el exterior.

6.Arte y plasmaciones creativas

Recordemos que en la sombra también guardamos atributos o dones ocultos que admiramos en los demás, pero que no reconocemos en nosotros mismos. Y junto con los aspectos destructivos, todo ello puede verse reflejado en el lienzo de un cuadro, en el trazo de una letra o en la canción gestada desde nuestras entrañas.

Reflejamos en el arte el mundo interior nuestro, con sus sombras y sus luces, con sus pesares y máximas alegrías, con el miedo y la máxima confianza.

Daría para un libro entero estudiar y descifrar las manifestaciones inconscientes de cada disciplina y rama artística, de manera que esto quedará a modo de apunte y referencia aquí.

7.Movimientos o expresión corporal

Lenguaje corporal es sinónimo, en su mayor porcentaje, del lenguaje del inconsciente. Magníficas explicaciones sobre esta temática podemos encontrar en el libro de Flora Devis, La comunicación no verbal, en el que se estudia cómo psicológicamente nos expresamos todo el tiempo, a través del instrumento de nuestro cuerpo, reflejo también del estado emocional que, conscientes o no, habita en nuestro mundo interno.

8.Sintomatología & Enfermedad

Importantísima herramienta para descubrir qué está ocurriendo en nuestra sombra e inconsciente, ya que cada enfermedad y sintomatología representan, gracias a la actualización brillante de la Biodescodificación y de la Descodificación Cuántica, códigos encriptados específicos de información correspondientes a distintos conflictos emocionales.

Así, por ejemplo, si me dolió la conversación que mantuve con mi madre durante la comida, y rechazo digerir lo que me dijo, es posible que el cuerpo me manifieste este conflicto interno a través de una mala digestión, reflujo o gases.

La enfermedad es entonces el recurso inconsciente que utilizamos para expresar lo que no queda expresado o para reflejar nuestros conflictos interiores más inconscientes y sostenidos en el tiempo. Luchar contra ella significa literalmente luchar contra nosotros mismos, contra la ayuda que encuentra nuestro inconsciente para expresarnos, y así, tratar de re-equilibrarnos naturalmente.

Conociendo las enfermedades o dolencias específicas, podemos conocer programas o eventos pasados no sanados (nuestros y a nivel transgeneracional) que pueden buscar expresarse de esta forma. Nos llevan a nuestros conflictos internos específicos.

9.Imágenes involuntarias que asaltan nuestra mente

Tanto podemos llegar a reprimir en nuestra sombra algo, que pretenderá salir de cualquier manera esta información, para ser expresada y contemplada por nuestra consciencia.

Por ejemplo, puede que se repitan en nuestra mente imágenes de un miedo concreto que tengamos, como el accidentarnos con el auto o que vaya a gritarnos locamente la persona con la que en el futuro cercano vamos a tener una conversación difícil.

Al contrario de huir de esas imágenes desagradables, lo ideal es permitir que afloren en un momento concreto que dediquemos a ello exclusivamente, para atenderlas en un momento que tengamos de cese de otras actividades, y podamos prestar atención a lo que el inconsciente nos quiere transmitir. Como esto puede llegar a ser complicado de manejar, mi consejo es que, si te ves sobrepasado/a, pidas ayuda a una persona profesional, para que te guíe en el proceso que ésta bien conoce. Precisamente este acto de pedir ayuda “al que sabe hacer algo que yo aún no sé” es uno de los actos de amor más encubiertos y eclipsados por nuestras “ansias de hacerlo todo por nosotros mismos”, lo cual es irreal y destructivo, pues todos nos necesitamos a todos en muchos aspectos, y es una forma de encerrarnos y desvalorizarnos a nosotros mismos (porque no nos permitimos ayuda, que es abundancia y amor para el Universo).

Como ha quedado muy largo este post, continuaremos con los siguientes apartados del Trabajo de Sombra en los post siguientes, a saber: Dones ocultos de la Sombra, Herramientas del Trabajo de Sombra y Efectos del Trabajo de Sombra. Otros post continuadores de la misma temática los encontraréis fácilmente dentro del objetivo Trabajo de Sombra en Abundantum (ya que este hermoso tema se relaciona con la Compasión, la Creatividad, etc.), así como propuestas de Ejercicios prácticos para el Trabajo de Sombra.

Espero que os haya gustado este texto y os leo en los comentarios :). Bienaventurada tu aventura en el buceo y recordar con tu propia Sombra.

Un abrazo,

Zulema.  

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