Salir del rol de víctima

Muchas veces hemos aprendido en nuestro entorno esta conducta perjudicial de hacernos la víctima. Como seres olvidados del recuerdo de sí mismos, crecimos en una sociedad en la que se ha fomentado una y otra vez "la falsa humildad", la desvalorización y la frustración de nuestra vida echando la "culpa" afuera. Delegamos en lo(s) de afuera nuestros pesares y desgracias, entregándoles todo el poder de decisión y acción en nuestra vida a los otros, en lugar de aprender a tomar las riendas de nuestra vida. Sí, yo también he caído y, otras veces, sigo cayendo en este rol (aunque cada vez menos. Poquito a poco se anda el camino).

Hoy quiero compartirte las distintas perspectivas y herramientas que me han ayudado y me ayudan a salir de esta perspectiva limitada mental y de este rol social cada vez más cuestionado por cada uno de nosotros. La víctima nunca puede ser libre. Y no existe más libertad que la propia auto-liberación. Vamos allá.

1.Tomar consciencia de qué es el rol de víctima: Muchas veces ni sabemos identificarlo, simplemente, estamos en ese estado, ignorantes de en qué lugar o posición nos hemos colocado a nosotros mismos inconscientemente. El rol de víctima se caracteriza por considerarte un ser limitado, carente, imposibilitado de hacer algo con su situación o circunstancia vital que le preocupa, condenado o demonizado por los demás (o simplemente ignorado). Siente que nada o poco puede hacer (aunque ese poco, desde el rol de víctima, siempre es insuficiente y catastrofista) para mejorar o cambiar en su vida. Se basa en la creencia de la separación (de yo con mi entorno, de yo con los demás, de yo con mis reflejos y resultados en mi vida).

Como ya hemos hablado en otras ocasiones y posts, nosotros somos los creadores de nuestra vida (consciente e inconscientemente). Puedes elegir crear desde ese rol de víctima, basándote en la queja, la separación y la queja, o puedes reconocerte como el ser creador de cada momento, por correspondencia, con cada cosa que se te presenta en el Universo. Esto es como si estás lleno de heces por todas partes, y a cada sitio que vas, crees que huele mal. Y piensas "jope, qué mala suerte tengo de que me tocan sitios que huelen mal", cuando resulta que "tú eres el que necesita limpiarse, ducharse de ese barro o heces y relucir". Todo está en ti. Tu fuente de cambio también.

Quejándote de tu entorno no vas a poder ver la bendición encubierta de aprendizaje que tiene para ti, PORQUE NUESTRO ENTORNO, NUESTROS SERES QUERIDOS Y, EN GENERAL, LOS SERES Y SITUACIONES QUE NOS RODEAN SON NUESTROS APRENDIZAJES NECESARIOS. NUESTRO ENTORNO SIEMPRE ES NUESTRO MAESTRO. Y ver al entorno como tu maestro es el primer paso para reconocerte, después, en Tu Maestría Interior. Tú tienes la capacidad de aprender y de abrirte a las experiencias de la vida, pero no puedes ejercer tu poder si lo delegas afuera, en lo externo o en los otros.

2.Conocer por qué lo realizas y el para qué: Lo que hacemos tiene un profundo sentido, sea en nuestro perjuicio o beneficio. Nada es porque sí respecto a lo que hacemos, a nuestras conductas. Un acto tan relevante como es empequeñecernos y desempoderarnos de nuestra maestría interior NO es casualidad. Hemos aprendido este tipo de conducta desde que vinimos a este mundo (y eso no está mal, forma parte del momento evolutivo en el que estamos, pero estamos despertando a nuestra espiritualidad y naturaleza reales). Estamos acostumbrados a desconocernos, a delegar afuera lo que siempre nos inquietó por dentro. Tenemos tanto miedo de abrir nuestra propia caja de pandora, que es mucho más conocido dejarlo en manos del otro. Condenar y culpar afuera.

Pero, ¿acaso es esto más fácil y cómodo? Escuchamos que es mucho más sencillo echar la culpa afuera, pero yo pienso que no es así. ¿Acaso no ser responsable de tu vida no te hace sentir un sufrimiento profundo, causado por una raíz de profunda incoherencia, desasosiego y esa voz interior que siempre recuerda quién eres y cuál es tu potencial? Es mucho más difícil no ser responsable de tu vida, porque te desconecta de tu conexión interior y vives en un sufrimiento constante latente. Esto no significa que dejar de ser víctima sea fácil, no, por supuesto que no. Romper con un condicionamiento que llevamos años y años practicando en nuestra vida siempre requiere constancia y compromiso. Pero es mucho más difícil seguir dejando tu vida pasar sin atreverte a vivirla como realmente quieres, una vez ya te has dado cuenta de cómo estabas viviendo y desde dónde.

El rol de víctimas nos permite amortiguar el dolor y enterrarlo en la alfombra del inconsciente, quedar bien con la gente (porque, "ay, pobrecillo"), y dar pena para recibir afecto (porque puede que aprendiéramos que sólo merecemos afecto cuando estamos mal o enfermos), pero eso no es real. Tú te mereces todo por el hecho de Ser. Y ser responsable no es una obligación, sino un regalo que vivimos como personajes en este mundo físico. Ésta es mi opinión y experiencia, al menos.

3.Cultivar el Observador: Ésta es una clave fundamental en la vida y, especialmente, en el camino espiritual de cada uno de nosotros. Muchas veces nos identificamos con nuestro personaje o avatar sufriente, pero..si te paras a observar un momento...¿Quién está ahí? ¿Hay un Ser que está observando toda tu vida más allá y a través (precisamente) de tu personaje? Cuando descubres que eres el que observa y actúa a través de tu personaje humano, entonces, puedes disfrutarlo y celebrarlo en esta vida con consciencia y con la perspectiva de estar mucho más allá de estos "problemas o preocupaciones", que son, en realidad, oportunidades de aprendizaje, sanación y expansión conscienciales.

4.Ten muchísima paciencia contigo mismo y con los demás (en este tema): Ya te digo que estamos muy condicionados para pensar así, y sentirnos así. Pero poquito a poco se anda el camino. Aprovecha el sorprenderte en estas situaciones en las que caigas en el rol de víctima para varias cosas muy interesantes (a mi parecer, al menos): 1.Déjate estar en ese rol conscientemente unos minutos o un rato, lo que sea (NO HUYAS DE ELLO), permítetelo, permítete experimentarte en él (es la única manera que tienes de saber qué es y no es tu Ser, y qué es el personaje-relato sufriente con el que te has identificado). Si huyes inmediatamente del rol de víctima cuando estás aprendiendo al inicio sobre él porque has oído que son cosas del ego y que hay que huir de él inmediatamente, va a ser una creencia de otro, pero no una experiencia. Experimenta ese "estar viéndote como limitado", pero hasta el fondo, conscientemente. Entonces, te das cuenta de tu absoluta infinitud, y de ese Observador que siempre Es aquí y ahora. Aprovecha también para cultivar la mirada compasiva y el auto-humor (dos técnicas que no puedes practicar si huyes inmediatamente de una situación por no considerarla "muy espiritual"; y te lo digo yo, que escribo este post sobre "salir del rol de víctima").

5.Aprende a responsabilizarte de tu vida: Igual que aprendes a saber lo que es el día a través de la noche, y lo que es el frío gracias al calor, entiende que este rol de víctima forma parte de una experiencia de aprendizaje evolutivo en este Planeta Tierra, en el que estás y el cual te acoge en todo momento (sí, mientras lees y sientes estas líneas también). No te sientas culpable por haber caído (y volver a caer en el futuro, en ello, aunque sea mucho menos). Estamos aquí también para experimentar estas cosas humanas y terrenales, no para ser iluminados...pues ¡ya somos esa Luz que tanto buscamos! Sólo hay que recordar. Igual que llega un momento en la vida en que te cansas de verte como una víctima y ese hartazgo se convierte en el impulso para ayudarte a actuar, no te preocupes si aún caes en el rol de víctima (a mí me sigue pasando, pero al poco, ya lo identifico y comprendo el absurdo en que consiste cuando recuerdo mi Ser real).

Si quieres profundizar en este tema de aprender a responsabilizarte de tu vida, te dejo un objetivo completo aquí

En fin, ¿te ha aportado este post? Espero que sí. Si así, ¡cuéntame en los comentarios y ayúdame a difundir esta información! ¿Y a ti, qué cosas te ayudan a dejar de verte como víctima y a convertirte en el guionista de tu vida?

Nos vemos en la Vida,

Un abrazo de amor.

Zule.