El recurso Aprende a escuchar tus necesidades y a atenderlas es de formato Texto/Post Texto/Post

Aprende a escuchar tus necesidades y a atenderlas

visitas 495 Visualizaciones

Cuando buscamos hacernos responsables de nuestra vida, empezamos a darnos cuenta de que debemos tomar las riendas de nuestro propio camino, y eso significa dejar de cargar a la sociedad y a los demás (a los que nos rodean) con nuestras necesidades y frustraciones personales.

Nos damos cuenta de que, lo que no te das a ti mismo, no puede dártelo nadie más. Esto significa que, por más que las otras personas de nuestra vida nos aprecien, nos amen, nos acepten o nos ayuden, hay un vacío infranqueable desde afuera. Hay un vacío que sólo de ti depende llenar. No hace falta que lo llenes con nada material, ni siquiera emocional o mental, ni -incluso- espiritual. Dice una amiga mía que "los vacíos están para habitarlos". Y con ello me refiero a que hay un vacío en tu vida cuando Tú no la habitas. Hay un afecto que sólo por ti puede comenzar, un aprecio que de ti tan sólo nace, una auto-aceptación que sólo está en tu mano, y la ayuda más importante de todas: la de que aceptar ser ayudado.

Pero, ¿cómo vamos a relacionarnos sanamente con el mundo si desconocemos nuestras necesidades y, aún más allá, el cómo atenderlas? Es por eso que, en este post, voy a compartirte la importancia de aprender a escuchar tus necesidades y hacerte cargo de ellas.

1.Identifica cuáles son tus necesidades más importantes (y esto tiene varios niveles): Sabemos que hay necesidades básicas del cuerpo físico que todos tenemos (agua, alimento, aire y sueño). Pero, más allá de estas, ¿le damos importancia a las necesidades emocionales y mentales? Necesitamos sentirnos pertenecientes a un grupo o clan humano, necesitamos sentirnos queridos, amados, aceptados y respetados, necesitamos desempeñar una ocupación vital (sea la que sea, como plasmación de nuestros atributos únicos), y necesitamos sentirnos seguros y a salvo.

Como los humanos somos interdependientes (es decir, que nos necesitamos los unos a los otros para vivir), es lógico pensar que esas necesidades "me las cubren los demás". Y sí, así es durante los primeros años de vida. Pero luego crecemos y nos hacemos un poquito más mayores cada vez, y nuestras necesidades van pasando a ser cargo completo de nosotros mismos.

Pongamos un ejemplo: cuando yo era bebé, estaba en el vientre o en los brazos de mi mamá, y ella me daba afecto y alimento. Cuando ya me hago niño, voy aprendiendo a cuidar de mi solito, a hacerme el desayuno y a atarme los cordones, etc.

Pues igual ocurre en el mundo adulto, cuando vamos desgastándonos de un logro profesional o externo a otro, sólo para obtener el reconocimiento de nuestra familia. Pero, ¿y si el reconocimiento empiezas dándotelo tú? ¿Y si los logros que obtengas ya no son desde la carencia de reconocimiento propio, sino del disfrute propio compartido con tu familia y amigos, con tu entorno?

Del mismo modo, pedimos inconscientemente a nuestro mejor amigo o a nuestra pareja que nos haga felices, o nos saque del sufrimiento. "Tú me haces feliz, cariño", pero ¿seguro? ¿Estás seguro de que es tu pareja quien te hace feliz, y no tú quien puede estar feliz o triste, pero sentirse en plenitud compartiendo el estado emocional que sea con esa persona?

Imagínate por un momento cómo sería nuestro mundo si empezásemos a hacernos más cargo cada uno de cubrir nuestras necesidades personales por nosotros mismos, dejásemos de delegarlas en los demás seres queridos y/o en la sociedad que nos rodea, y empezásemos a compartir auténticamente, desde esa abundancia y plenitud.

¿Sabes lo más hermoso de todo? Que cuando uno sabe llenar su cazo de agua, es innato y completamente natural compartirlo con los que te rodean. Pero cuando constantemente tienes sed y andas molestando al de al lado, que también tiene sed pero no sabe dónde buscar (menos en sí mismo), ¿qué crees que se va a generar ahí? ¿abundancia? ¿en serio? Más bien, un malestar compartido de insatisfacciones propias. Toda una confusión.

2.Prioriza las más importantes en tu día a día (o al menos, dos veces a la semana): si eres una persona que necesita fuertemente el contacto con la naturaleza, priorízalo frente a otras necesidades menos importantes, si eres una persona tremendamente sociable, asegúrate de reservar un hueco en tu agenda varios días para que el trabajo u obligaciones no te absorban, hasta el punto de que no puedas recargarte pasando tiempo de calidad con los seres a los que quieres. Si necesitas silencio, date cada día, aunque sea, 10 minutitos. Si necesitas canalizar tus emociones e inquietudes, resérvate espacios de expresión a través de la escritura, el arte, el ejercicio o el cauce que tú escojas.

Pero es importante que atendamos esas necesidades porque, cuando las descuidamos, estamos desequilibrando nuestro estado de bienestar, y eso se va a notar tanto en la relación con nosotros mismos como en las relaciones que tengamos con los demás. Puede que caigamos en reprochar al otro el que no tengamos la ocasión de atendernos (y es cierto que hay situaciones complicadísimas a nivel personal), pero siempre depende de nosotros el estar ahí, precisamente, con nosotros. Aunque sea, mientras decimos esos 3 minutos de reproches y de queja, podemos estar simplemente respirando con atención a nuestro cuerpo.

3.Deja de ponerte excusas y hazlo: Siempre andamos echando los balones fuera, pero muchas veces, nuestras necesidades se satisfacen con las cosas y de las maneras más sencillas: respirando un poquito de tiempo muy lento, acariciando a nuestro perro o animal de compañía, o mirando las nubes 10 minutos al día, o en una canción a consciencia en la ducha, o en un abrazo a nuestro propio cuerpo (mientras nos decimos: me amo, me respeto, me valoro, me acepto).

No necesitamos grandes cosas, sino el pararnos a apreciar las cosas pequeñas de nuestra vida para darnos cuenta de que no necesitamos nada externo a nuestra propia vida. Ahí es cuando nos damos cuenta de que, como diría Emilio Carillo, cada uno tiene lo que necesita según su momento consciencial evolutivo. Todo está siento perfecto.

4.Aprende a organizarte y simplifica: en ocasiones, pensamos que no tenemos tiempo para llegar a cubrir nuestras necesidades personales, pero la organización y el orden son dos herramientas poderosísimas que, personalmente, creo que nos pueden ayudar con un efecto palpable cada día, de forma cotidiana. Te invito a investigar sobre técnicas de organización con agencia, simplificar tu vida con la filosofía del minimalismo y disfrutar de ese espacio extra que dejas en tu vida para que, como dice Lucía Terol, "surja la magia".

5.Aprende a pedir y a recibir ayuda: Que dependa de nosotros el atender nuestras necesidades personales no significa en absoluto dejar de recibir ayuda. Requiere mucho coraje y maestría el saber reconocer cuándo necesitamos ayuda y cuáles son nuestros límites. Dar a los demás la oportunidad de ayudarnos y disfrutar del placer de ayudar a los demás pasa necesariamente porque todos nos vayamos abriendo los unos a los otros. Eso sí, desde la responsabilidad y sin cargar a nadie con lo que sólo es de uno.

6.Disfruta (otra vez, ésta es la clave extra que encuentro para nuestro camino): Si no sabes todavía muy bien cómo atender tus necesidades, o incluso, identificarlas, ¡disfruta del proceso! Date cuenta que ya aprenderás y mirarás atrás, recordando si te frustrabas o si te permitías fluir y disfrutar con el no saber y la oportunidad de aprender todo lo que quieras. Disfruta del camino, pues el disfrute de la vida tal cual Es nos ayuda verdaderamente a nutrir nuestras necesidades.

Bueno, espero que te haya aportado este post, y estaré encantada de leer en los comentarios qué herramientas te ayudan a ti para cuidarte en este tema. Muchas gracias por llegar hasta aquí.

Un abrazo inmenso,

Zulema.

Comentarios
Comentarios · 1
Imagen de perfil del usuario registado
Imagen de avatar de Alex N.
Alex N. hace +12 MESES

Tal cual lo escribes. Parece que sea un secreto que hoy en día desde la realidad que yo veo poca gente logra hacer muchos pasos que describes de forma consciente.

A mí me viene genial el estar conmigo mismo tirado en el sofá, tal cual, sin móvil, TV, etc... Sin distracciones. Dejando pasar pensamientos.
Cada uno desconecta a su manera.
Gracias Zulema por recordarnos la importancia de buscar dentro lo que no vamos a
...

Situaciones relacionadas
Situaciones relacionadas

Este recurso esta relacionado con estas situaciones, ¿te has encontrado alguna vez en alguna de ellas?

Recursos del mismo autor
Recursos el mismo autor